Paul Auster encuentra a Paul Auster


Descargar la Segunda Parte de La Ciudad de Cristal.

Filoso


Michel Foucault.

Remeras


En breve remeras de Johnny Cash y Miles Davis.

Chau Ballard

Un rectángulo naranja aparece en el margen inferior derecho de mi pantalla. Mi hermano me avisa sin muchos preámbulos, como debe ser, que murió James Ballard. Un pequeño vacío se abre paso desde la boca del estómago.

Entro a internet para ver las noticias y encuentro una necrológica hecha por un portal mexicano: J. G. Ballard falleció el "domingo a los 78" "después de una larga enfermedad". Hoy sabemos que era cáncer.

Ballard fue un escritor que se dio el lujo de entretener y pensar los últimos años del Siglo XX y los albores del XXI de una forma descarnada y vivaz. Su partida estremece tanto como su vital obra. Se van a extrañar sus historias plagadas de vértigo, sexo y fría violencia.

Jubileo Kind Of Blue


Han pasado 50 Años desde que Miles Davis, al frente de su Quinteto más famoso, grabó aquél que quizás sea el disco más relevante de la historia del jazz: Kind Of Blue. Disco minimalista, austero y bello este LP inició diferentes generaciones de escuchas en la melomanía.

Desde TD y a modo de humilde homenaje publicamos a continuación una traducción de La improvisación en el Jazz. La nota en clave Zen que el pianista Bill Evans escribió para la contratapa del vinilo original.

También podrán encontrar el link para descargar el disco en su versión original. O sea, sin los bonus track de las últimas reediciones en cd y 50 Aniversario. Aunque a modo de compensación relativa les dejamos las tapas y contratapas.

Breve Ficha Técnica:

Tracks

1-So What
2-Freddie Freeloader
3-Blue in Green
4-All Blues
5-Flamenco Sketches

Personnel

Miles Davis trumpet
Julian "Cannonball" Adderley alto saxophone (except #3)
John Coltrane tenor saxophone
Wynton Kelly piano (#2)
Bill Evans piano (all others)
Paul Chambers bass
Jimmy Cobb drums

Irving Townsend producer
Teo Maceo producer

Download

Disco:
http://www.sendspace.com/file/esg5f9

Tapas:
http://www.sendspace.com/file/w50vtw

La improvisación en el jazz*


Foto: John Coltrane, Cannonball Adderley, Miles Davis Y Bill Evans laburan Kind of Blue

Por Bill Evans


Existe una forma de pintura japonesa en la que el artista se ve forzado a ser espontáneo. Pues al pintar sobre un fino y pequeño pergamino o lienzo, con un pincel especial y tinta negra, debe evitar cualquier movimiento antinatural o abrupto que quiebre la línea o destruya la tela. Tampoco existe en este arte la posibilidad de borrar ni de hacer cambios. Por eso, estos artistas deben practicar una disciplina particular, donde la idea que quieren expresar se debe comunicar a la mano de un modo tan directo que no puede interferir la reflexión.

Los cuadros así pintados carecen de la compleja composición y de las texturas de las pinturas realizadas con otras técnicas, pero se dice que aquellos que las miran encontrarán algo capturado que escapa a la explicación.

Esta convicción de que la acción directa es la reflexión más llena de significado ha intervenido, en mi opinión, en la evolución de disciplinas extremadamente rígidas y especiales como son las del músico de jazz o del improvisador.

La improvisación en grupo es un desafío superior. Además del importante problema técnico del pensamiento colectivo coherente, está el humano mismo, es decir, la necesidad social de la comprensión y empatía de todos los miembros para obtener un resultado común. Este gran problema, pienso, ha sido maravillosamente resuelto en esta grabación.

Como el pintor necesita de su lienzo como estructura, el grupo musical que improvisa necesita del tiempo. Miles Davis presenta aquí estructuras que son exquisitas en su simplicidad y que contienen todo lo necesario para estimular la performance con una segura referencia al concepto primario.

Miles concibió estos ajustes solo horas antes de la grabación, y llegó con los bosquejos que indicaban al grupo lo que debía ser tocado. Por lo tanto, en este disco usted escuchará algo muy cercano a la espontaneidad pura. El grupo nunca había tocado esto antes de las grabaciones, y pienso sin excepción, que la primera versión completa quedó grabada en la primera toma.

Si bien esto no es algo inusual para un músico de jazz, del cual se espera que improvise sobre el nuevo material en una sesión de grabación, el carácter de estas piezas representa un particular desafío.

* Gracias be loved Fan por la traducción.

Ascenseur Pour l'Échafaud


Técnica compuesta: Lápiz/Tinta/Photoshop.

La Ciudad de Cristal


En 1995 el dibujante David Mazzucchelli y el guionista Paul Karasik publicaron por medio de la editorial norteamericana Avon Books la adaptación al cómic de aquella que es quizás una de las más populares novelas escritas por el norteamericano Paul Auster: La Ciudad de Cristal (1985).

La novela compone junto con Fantasmas y La habitación cerrada (ambas de 1986) la Trilogía de Nueva York. Relato esquizofrénico, policial negro y revisión posmo del Quijote Mazzucchelli y Karasik lograrón traducir en imágenes de riguroso blanco y negro el clima de agobiante opresión que Auster imprime en La Ciudad de Cristal, generando escenas inquietantes y de lúgubre belleza como aquella que circunda a los cementerios. Donde una New York oscura, que bien podría haber sido cualquier gran ciudad del mundo, es el escenario que escritor y exegetas brindan al atormentado protagonista de la historia Daniel Quinn.

City of Glass, tal su nombre original en inglés, no solo menta sobre la locura y la soledad sino que es una aguda reflexión sobre la ciudad como territorio mágico, como universo de lo posible.

Los autores del Cómic

El dibujante Dave Mazzucchelli laburó con Frank Miller1 en Batman: Año Uno y Daredevil, actualizando estéticamente los cómics de superhéroes, sacándole un poco la paja nerd y el toque infantil que los caracterizó durante tanto tiempo y que tan bien explica McCloud en su libro Cómo se hace un Cómic.

Paul Karasik es escritor, dibujante y profesor en The Rhode Island School of Design y la Scuola Internazionale di Comics en Florencia. Labura como ilustrador para The New York Times, The New Yorker y Nickelodeon Magazine Group. Su trabajo más importante fue City of Glass.

La versión en castellano que aquí se reproduce corresponde a la primera edición realizada por Ediciones La Cúpula (España). Luego fue reeditada por Anagrama con un interesante Prólogo del autor de Maus y principal promotor de la adaptación de Mazzucchelli y Karasik: Art Spiegelman.

A continuación les dejamos el link para descargar la Primera Parte:

http://www.sendspace.com/file/9rqdtd

1) Autor de Sin City, historia adaptada y llevada al cine con buen tino por Robert Rodríguez.

Cómo se hace un Cómic*


Cómo se hace un Cómic de Scott McCloud puede ser leído como una obra capital dentro del mundo de la historieta, pues desentraña sus gramáticas de producción recurriendo al mismo lenguaje del cómic. Su originalidad reduce de esta forma el extrañamiento que produce el lenguaje académico dentro del Gran Público. También puede ser entendido como un didáctico manual para jóvenes amantes de la historieta.

Aunque en realidad lo que McCloud logra en este libro excede con creces cualquiera de estas categorizaciones, desembarazándose del pesado sello de libro metadiscursivo o de manual pedagógico a la usanza de Andrew Loomis.

Cómo se hace un Cómic es muchísimo más que un simple libro de historietas, es una aguda reflexión sobre el lenguaje y la forma. Es una afirmación del lugar primordial de la morphé y sus capacidades narrativas. También vale la pena prestar especial atención a las consideraciones acerca del tiempo y el espacio que se plasman en la Capítulo04.

El libro de Scott McCloud menta sobre la forma que tenemos de percibir e interpretar el mundo, de cómo las visiones que tenemos del él constituyen los cómics y, por qué no, de cómo el cómic constituye nuestro mundo de sentido.

Link de descarga directa: click aquí.

*Gracias Maia por pasarme este libro y por subirlo a la red.

Convivencia Sagrada


Todos los domingos de 21 a 22hs Convivencia Sagrada con Santiago Carmona y Facundo Manini. Radio en Vivo.

Everyday Life is War


Es innegable el impacto que las nuevas tecnologías de la información, sobre todo internet, tienen sobre las formas de producción y circulación de datos: desde los números del mercado de valores hasta el porno más oscuro se transmite y comercializa por la web. En el plano del arte la influencia de la Internet no es menor, así se puede encontrar tanto museos on-line, como sitios dedicados a la crítica cultural, la producción literaria, de artes visuales y música.

Para no pocos el advenimiento de la Internet ha significado la posibilidad de dar a conocer sus producciones a bajo costo y con cobertura global. Esto ha envalentonando a parte de la intelligentzia massmedia para proclamar a viva voz el inconmensurable potencial democrático y liberador de la Internet.

La realidad es que la mayor parte de las producciones que imperan en la red tienden a compartir un denominador común que mucho dista de la idea de liberación: la confesión. La Internet se ha conformado como un territorio apto para satisfacer una inquietante propulsión a la exhibición, erigiéndose en un enorme y afeminado diario íntimo. Basta echar una mirada a la Internet 2.0 para ver como el afán de exposición conforma la gran cantidad de producciones que llenan la red. Y la democracia esgrimida no es más que un acceso más o menos sencillo a la publicación de textos: escritos, fotográficos, de audio y video.

Pero no todo es gris en la web, como contrapunto a lo señalado se pueden encontrar textos que logran despegarse de la mediocridad confesional imperante, comunidades que producen conocimiento y desarrollan poéticas que corren los límites de lo enunciable, jóvenes entusiastas de la literatura, de la música, de las artes visuales que buscan nuevas formas, que se desmarcan de la pesada tradición o simplemente la reconocen como aquello que es: condición de producción y no condicionante de la producción.

Este es el peculiar caso de Everyday Life is War (ELW) el primer disco de Futuro Primitivo (http://futuroprimitivo.com/). Futuro Primitivo es la máscara que tuvo que brindarse el todavía sub-30 Matjas Mon para poder sacarse de encima sus pasado grunge. ELW es un trabajo individual concebido en la soledad de un cuarto. El cuarto como atelier, como Estudio, como un universo lleno de posibilidades. Aquí las nuevas tecnologías son aprovechadas como un portentoso tool box que posibilita construir los más bellos sonidos. De esta manera el disco, netamente instrumental, logra crear atmósferas muy íntimas y personales. Otro punto nodal que resulta interesante es haber logrado desabotonar el corset que implicaban las gramáticas de producción rockers.

Como esas fotos sacadas frente al espejo, donde las adolescentes de Villa del Parque exponen sus bellos cuerpos desnudos, con los flashes quemando gran parte de la composición. Matjas logra desnudar un mundo de sonidos imposibles y los expone en la Web. Aquí hay una práctica privada que tracciona la música hacia desconocidas orillas y encuentra circulación en la internet 2.0. Hay una intención, un interés por poner algo nuevo allí donde antes no había nada. Una nueva lectura, una nueva interpretación. La música de ELW no puede ser definida fácilmente, y si bien podría entrar dentro de la electrónica, la propuesta de Futuro Primitivo excede las pistas y encuentra nuevas posibilidades interpretativas en un mundo multitag.

Desde el arte de “tapa” hasta las texturas sónicas logradas por el sampleo de sirenas, gritos, chicharras la estética postapocalíptica emerge como la pesadilla de una generación que abrazó los movimientos globales de Seattle, los Movimientos Sin Tierra en Brasil, el EZLN y las Asambleas Populares en Caballito. Abrazó todo lo que tenía para abrazar y se desilusionó al descubrir que sus ídolos e ideólogos tenían pies de barro. Leyó a Negri y a Klein y descubrió rápido el engaño. O simplemente se relajó en una bella remera parlemitana con la cara del Subcomandante Marcos. ¿Hoy tienen la cara de Evo Morales?

ELW es el revés darkie de Manu Chao. Es un escupitajo en el ojo de los movimientos de “liberación” globales y en la adyacente buena conciencia de la música comprometida. ELW dice más que mil palabras desde su fulgurante nihilismo. Desde aquí ELW se transforma en poderoso, introduciéndose por senderos poco transitados y abriendo caminos allí donde hasta hace poco solo había selva.